El día 15 de septiembre quedó registrada la llegada a Bamako, procedente de Moscú vía Siria, de un avión Il-62M perteneciente a la 223ª Escuadrilla de la fuerza aérea rusa, especializada en el transporte de personalidades. El aparato transportaba al viceministro ruso de Defensa, Yunús-bek Yevkúrov, que anteriormente había visitado Burkina Faso a finales de agosto de este mismo año y había empleado el mismo medio para trasladarse a Mali.
El viceministro de Defensa ruso se reunió en Bamako con los ministros de Defensa de los gobiernos de facto de Mali y Níger. En el caso de Níger, se trataba del general Mody a quien se considera el número 2 de la junta militar nigerina [véase anteriormente en OSINT Sahel “Los hombres fuertes de la junta golpista de Níger (1): Salifou Mody”].
Al día siguiente, los jefes de Estado Mayor de las fuerzas armadas de Níger y Burkina Faso firmaron en Bamako con el presidente de la junta militar de Mali, el coronel Assimi Goita, la creación de la Alianza de los Estados del Sahel (AES). La nueva alianza se plantea como objetivos la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado, pero menciona específicamente la defensa colectiva de sus miembros frente a amenazas externas. Esto supone la consolidación de un bloque de países en el corazón del Sahel occidental enfrentado a la CEDEAO [véase anteriormente en OSINT Sahel “La crisis de Níger fractura África Occidental”] y que una intervención militar podría convertirse en un conflicto regional.
La aparición de este bloque de tres países del Sahel, en los que llegaron al poder una junta militar que tomó en los tres casos el poder tras un golpe de estado, obliga a la Unión Europea a replantearse su estrategia para la región. De momento, ya se ha visto la puesta en marcha de una estrategia para el arco de países formado por Costa de Marfil, Ghana, Togo y Benín, todos ellos países ribereños del Golfo de Guinea, que están sintiendo la presión del empuje de las fuerzas yihadistas desde la triple frontera Mali-Níger-Burkina Faso hacia el sur.
El realineamiento de alianzas y prioridades en la política exterior quedó también reflejado en la identidad de los embajadores recibidos por el primer ministro del gobierno de facto de Níger, Ali Mahamane Lamine Zeine, que recibió a los representantes de India, Pakistán, Turquía y Mali.
Hasta ahora hemos visto que el líder de la junta militar de Níger, el general Chiani, ha sido muy selectivo con los mandatarios y diplomáticos que ha recibido. Así que podemos suponer que el primer ministro también ha mandado un mensaje con la nacionalidad de los diplomáticos que ha recibido en audiencia.
Por último, el pasado día 24 el presidente francés Emmanuel Macron anunció la retirada de las tropas francesas de Níger y la salida del embajador francés del país. Este último finalmente abandonó Níger durante el día 27 de septiembre.