Como vimos anteriormente, el ultimátum lanzado por la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO, también conocida como ECOWAS por sus siglas en inglés) a la junta golpista de Níger dejaba la puerta al uso de la fuerza. No sólo porque en el comunicado final de la cumbre de emergencia celebrada en Abuja (Nigeria) el domingo 30 de julio mencionaba que la CEDEAO se reservaba tomar “todas las medidas necesarias”, sino porque convocaba una cumbre de jefes de estado mayor de las fuerzas armadas de los países miembros.
La cumbre duró de los días 2 a 4 de agosto y se celebró en la ciudad nigeriana de Abuja. Según informaba el viernes 4 de agosto la cadena Radio France Internacional, el plan militar de intervención en Níger quedó completado aquel mismo día. El concepto de operación quedó puesto por escrito, con las necesidades de hombres y materiales precisadas.
Hay constancia de que los gobiernos de Benin, Senegal y Costa de Marfil están dispuestos a participar en una operación militar que tiene todo el sentido que tome como base el territorio de Nigeria, país limítrofe con Níger y con el mayor ejército en la región que preside temporalmente la organización regional CEDEAO.
El ejército de Nigeria se ha modernizado en los últimos años incorporando cazabombarderos JF-17 construidos en Pakistán, además de carros de combate, piezas de artillería autopropulsada y drones de origen chino. Pero durante años, tuvo serios problemas de mantenimiento y operatividad. Además, las fuerzas de la CEDEAO primero se tienen que concentrar e integrar en suelo nigeriano y desplazarse hasta la frontera para luego llegar a Niamey.
La distancia desde Kamba, una localidad nigeriana pequeña pero la más cercana por carretera a Niamey, es de 298km. A esta distancia hay que añadir el recorrido desde la ciudad de Nigeria que sirva de punto de partida. Esto supone un desafío logístico para las fuerzas de la ECOWAS, si finalmente se produce la intervención militar para deponer a la junta militar de Níger.
Los movimientos de la CEDEAO han tenido respuesta desde Mali y Burkina Faso, dos países cuya pertenencia de la organización regional quedó suspendida tras el derrocamiento de las democracias por juntas militares. Las juntas militares gobernantes en ambos países han mostrado su disposición a ayudar a la nueva junta militar golpista de Níger en caso de intervención militar de los países de la CEDEAO.
Ese apoyo ha venido acompañado de una ronda de consultas que ha sido posible seguir mediante fuentes abiertas. El Dornier Do-228 matrícula 5U-MBI de la fuerza aérea del Níger partió el día 2 de agosto de Niamey con destino Bamako, capital de Mali. Ese mismo día voló de Bamako a Uagadugú, capital de Burkina Faso. Finalmente, volvió a Níger el día 3 de agosto. A bordo del vuelo que partió el día 2 de agosto rumbo a Mali iba el general Salifou Mody, número dos de la junta nigerina.
La configuración de un bloque de juntas militares formada por Mali, Burkina Faso y Níger supone una fractura relevante en la comunidad de países de África Occidental, ya que habría que añadir la junta militar de Guinea-Conakry que se ha desmarcado de las sanciones contra la junta golpista de Níger.
Mientras tanto, la CEDEAO ha continuado sus contactos para resolver la crisis de Níger por vías pacíficas. El viernes llegó a Niamey una delegación diplomática que sin embargo no pudo abandonar el aeropuerto. La delegación incluía al expresidente de Nigeria Abdulsalami Abubakar y al sultán de Sokoto. Este último es una figura cuyo poder es simbólico, pero tiene una elevada importancia en la región, tal como explica África Mundi en un hilo de Twitter.
En Nigeria, durante sesión ejecutiva el sábado día 5 de agosto el senado se opuso a la intervención militar Níger por considerar que dañaría profundamente las relaciones con el país vecino y por la falta de preparación del ejército de Nigeria para una operación así. Aunque, al parecer el presidente Tinubu no esperaba aprobación parlamentaria alguna para tomar una decisión sobre la intervención militar en Níger. El ultimátum, recordemos, vence el domingo día 6. En OSINT Sahel estaremos pendiente de los acontecimientos en la región.